Vixen es un reconocido fabricante japonés de todo tipo de material indispensable para esos lunáticos que sólo esperan la noche para mirar a través de artefactos súmamente caros y construidos 50/50 a base de metal y cristal. Telescopios, rótulas motorizadas, binoculares, microscopios… un surtido variado que hace las delicias de todos aquellos que son algo más curiosos de lo normal.
Sabemos que la fotografia nocturna es una de las disciplinas más exigentes que podemos practicar, obligándonos casi siempre a usar ISOs muy por encima de lo habitual, junto a ópticas tan angulares como luminosas. El gran problema al que nos enfrentamos no es tanto la oscuridad en sí, sino el movimiento rotatorio de la tierra. Este movimiento convierte a las estrellas en trazas de luz a los pocos segundos de exposición, que variarán dependiendo de la focal utilizada y de lo cerca – o lejos – que encuadremos respecto al ecuador.
Para solucionar el problema del movimiento terrestre existen unos aparatos llamados rótulas, monturas o planchetas ecuatoriales, que lo que hacen es compensar este movimiento para que las estrellas no se conviertan en trazas por muy larga que sea una exposición. Estas rótulas pueden ser de varios tipos, tamaños y precios, pero Vixen se sacó de la manga un invento genial para muchos de nosotros: una rótula motorizada, compacta y relativamente económica, llamada Vixen Polarie.
Como podéis ver, la Vixen Polarie es una rótula muy portátil con un tamaño de 95x137x58mm, de gran solidez y con unos acabados realmente elegantes. Por delante podemos distinguir la Osa Mayor y Cassiopeia, dos míticas constelaciones que, a la vez –y con permiso de la Osa Menor-, nos resultan muy útiles para encontrar la Estrella Polar. Por detrás, y haciendo un guiño al hemisferio sur, tenemos la Cruz del Sur y lo que supongo yo que es una de las nebulosas de Magallanes, dos de los referentes del cielo nocturno que no podemos disfrutar desde estas latitudes.
En el lado derecho tenemos un nivel que va de 0 a 70 grados y que nos ayudará a calibrar la rótula a la declinación correcta para el buen funcionamiento del seguimiento.
En el lado izquierdo tenemos la alimentación, funciona con dos pilas AA y con la opción de alimentarla también mediante un portátil. También hay una pestañita a la cual le tenemos que indicar en qué hemisferio nos encontramos.
En la parte trasera tenemos un agujerito que es lo que nos sirve para ajustar la rótula con precisión. Básicamente tenemos que mirar por este pequeño agujero y centrar lo mejor posible la Estrella Polar en él, lo cual no es una tarea demasiado fácil ni cómoda.
La tapa metálica se puede quitar y acoplar el accesorio específico para buscar la Estrella Polar, de esta manera conseguiremos un calibrado más rápido, fácil y preciso –pero ya aviso que no es un accesorio nada barato-. Esta misma tapa por la parte interior lleva integrada una brújula que en caso de no disponer ningún accesorio específico para encontrar la polar, nos ayudará almenos a saber por dónde debemos empezar a orientarnos.
En la parte delantera tenemos la tapa metálica que es dónde acoplaremos una rótula de bola para después asentar nuestra cámara y encuadrar para empezar con las peripecias nocturnas.
En la parte superior tenemos una zapata que nos servirá para acoplar otros accesorios de calibración o incluso un flash. Por supuesto también hay el dial de modos, que es desde dónde controlaremos el tipo de seguimiento que queramos hacer según la finalidad de nuestras fotos.
Los diferentes modos de uso que incorpora son:
Bombilla – Nos ilumina el nivel lateral de latitud –rojo/verde según hemisferio-.
½ – La velocidad de seguimiento se reduce a la mitad respecto a la bóveda celeste.
Estrella – La velocidad de seguimiento óptima para las estrellas.
Sol – La velocidad de seguimiento óptima para el sol o «Tiempo solar»
Luna – La velocidad de seguimiento óptima para la luna o «Tiempo lunar»
¿Y qué resultados obtenemos con estos modos?
Bien, esto es un recorte de una exposición de 2 minutos y como es evidente, con la rótula desactivada el movimiento de las estrellas es claramente perceptible –sobretodo en el lado izquierdo-. Cabe recordar que cuanto más cerca de la polar esta traza es menor o casi inexistente –que es lo que pasa en el lado derecho-. Si encuadramos cerca del ecuador, con una exposición igual que esta, obtendremos una traza dos o tres veces más larga que las de la izquierda.
Si activamos el seguimiento de estrellas podemos observar lo bien que funciona la rótula, contrarrestando perfectamente la rotación terrestre. Después de 2 minutos, las estrellas siguen siendo puntos, pero el efecto negativo de contrarrestar la rotación es el claro movimiento del suelo –siempre que en nuestro encuadre haya suelo, claro-. Si sólo hay bóveda celeste en nuestro encuadre, los tiempos de exposición pueden llegar a ser extremadamente largos.
El modo 1/2 o de media velocidad nos ofrece una especie de compromiso en el que, si en nuestro encuadre tenemos cielo y tierra, podremos alargar los tiempos de exposición de la fotografía –en comparación a una foto disparada sin rótula-, a costa de dejar una pequeña traza en las estrellas y un ligero movimiento del suelo, el cual, si no nos excedemos de unos tiempos razonables de exposición, van a ser poco perceptibles a menos que ampliemos o recortemos generosamente la fotografia.
Otra opción muy interesante a tener en cuenta es que si no queremos tener nada de movimiento en las fotos, lo que podemos hacer es tirar de edición. Hacemos 2 tomas, la primera con la rótula desactivada y la segunda con el seguimiento de estrellas activado. De la primera utilizamos el suelo sin movimiento, de la segunda el cielo completamente estático y las unimos para quedarnos con una fotografia nocturna de 2 minutos y sin nada de movimiento en ella.
Los modos Tiempo Solar y Tiempo Lunar me los he saltado a la torera ya que no me parece algo demasiado útil para utilizarlo en días sin ningún evento astronómico que incluya a alguno de estos dos cuerpos, pero sí que en caso de eclipse creo que van a ser unos modos bastante interesantes para no tener que ir reencuadrando a cada momento. Será cuestión de estar atentos.
Y para acabar el análisis, según especificaciones del fabricante, la rótula puede soportar 2 kgs –algo que me preocupaba un poco-, pero por su robustez y buenos acabados se adivina que tiene algo más de margen de carga. El conjunto Rótula + D610 + 70-200 f4 ya pesa sobre los 2,2 kgs y por suerte, el amigo Manel Soria –como podéis ver en su imagen– usa la suya con el conjunto Rótula + D800 + 14-24 f2.8 que quizá se acerque a los 2,5 kgs y me consta que no ha tenido problemas con este tema.