Cuñadismo everywhere

Ya sabemos como es internet con la desinformación, pero es que en cosa de dos o tres días han pasado por mi navegador varios «artículos» fotográficos que básicamente son para mear y no echar gota.

 

 

«Artículos» escritos por cualquier cuñado de a pie, llevando su «verdad» absoluta a tantos rincones como sea posible, sin importar la veracidad de lo escrito ni parándose a pensar por un momento antes de vomitar lo primero que les viene a la cabeza.

«Artículos» que hablan de lo innecesario que resulta formarse para ejercer un trabajo fotográfico cuando en Youtube tienes todos los tutoriales que necesitas y más, para ser el autodidacta más guay de tu pueblo, escudándose en que hay profesores porque te pueden arruinar la ilusión.

«Artículos» que nos obligan a quemar, junto al maldito Necronomicón, todas y cada una de las reglas de composición, con un simple «es que son muy estáticas» como excusa y poniendo como ejemplo las fotografías ganadoras del World Press Photo, donde curiosamente la mayoría de ellas las cumplen sobradamente.

«Artículos» de 300 palabras que pretenden ser el Santo Grial para calibrar un monitor paso a paso. Tienes que poner esto, esto y esto. Me la trae floja lo que digas, lo que tengas o lo que necesites, pon lo que yo digo y arreando que es gerundio.

 

 

Si en serio alguien cree que no es necesario formarse un mínimo, es que no ve más allá de su «muffin» y su café con leche, eso sí, instagrameado. Hay vida más allá de la foto casual aunque las redes no lo muestren.

Si alguien ha tenido un profesor que le ha arruinado la ilusión, siento decirle que se ha equivocado de escuela, de profesor, o lo que sea, pero los que me he cruzado yo me han transmitido conocimiento, técnica, pasión, curiosidad, ilusión y mil cosas más. Esto es lo que se espera de un profesor, así de simple.

Por último, no entiendo cómo algún amigo se envalentonó en escribir un libro de 200 páginas dedicado exclusivamente a la calibración de monitores si con un artículo de 15 minutos ya está todo solucionado y aprendido.

Y es que a día de hoy, me sigo riendo de los que defienden a capa y espada la leyenda de los 72ppp, gritando a los cuatro vientos que es como se deben subir las fotos a internet para que si te las roban, que sea con mala calidad. Por cosas como esta es por lo que uno se debe formar, pero también para no acabar escribiendo gilipolleces -como las que yo escribo también, claro-.

 

Para amenizar un poco el asunto y para que veáis lo poco que importan las reglas de composición, por poner un ejemplo…

 

 

Ale… me he quedado más tranquilo, voy a seguir con lo mío.

 

2 Comments

  1. Jorge dice:

    Muy bueno y muy cierto, se nota el interés y el esfuerzo por el trabajo bien hecho. Muchísimas gracias!

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